Ruta al Trolltunga, la icónica lengua del trol en Noruega

Si Noruega está en tu lista de viajes, has visto sin duda la imagen del Trolltunga: una plataforma que se eleva sobre un lago desafiando la gravedad y quizás también el sentido común. La lengua del trol se alza 700 metros por encima del lago Ringedal y cuenta con una altura total de 1.100 metros.

Esta es una de las excursiones más famosas de Noruega y se ubica en un entorno ideal ya que se puede combinar con otros destinos de interés como la roca del púlpito o Preikestolen, la ciudad de Bergen y el fiordo de Hardanger.

Información de la ruta

Distancia24 kilómetros desde el P2
Desnivel1.300 metros aproximadamente
Tiempo10 – 12 horas
DificultadAlta

Cómo llegar al Trolltunga

La mejor manera para llegar al Trolltunga es temprano. La segunda mejor manera es en transporte público o privado.

¿Por qué temprano? Porque ser la ruta más popular de un país implica que haya mucha gente. Mucha. Así pues, lo mejor es buscar alternativas que permitan llegar a primera hora de la mañana si se quiere hacer la ruta entera en un día, o llegar por la tarde si se desea acampar con la tienda a medio camino y dividir la travesía en dos días, que fue lo que nosotros hicimos.

Dicho esto, la localidad más cercana al Trolltunga es Odda y desde allí parten la mayoría de tours organizados y autobuses públicos. El punto de referencia para el inicio de la ruta es Tyssedal, donde comienza la carretera que serpentea por la montaña hasta el inicio de la excursión. Como hay varias consideraciones a tener en cuenta, aquí va un detalle de las opciones disponibles para poder valorar:

Mapa al inicio de la ruta

En coche particular

Hay tres aparcamientos ubicados a distintas distancias del inicio de la ruta:

  • Tyssedal: gratuito, ubicado en el pueblo, a 5 kilómetros del iniciode la ruta
  • Skjeggedal: 500 NOK/día, inicio de la ruta clásica
  • Mågelitopp: 600 NOK/día, permite ahorrar los primeros 4 kilómetros de la ruta

Para acceder a Skjeggedal hay un peaje de 200 NOK para todos los vehículos, así que estos se deberían sumar al total. Para el parking de Mågelitopp debe hacerse reserva previa a través de la web trolltunga.com.

En autobús o taxi

Aquí también hay tres opciones:

  • Autobús lanzadera desde Odda: trayectos a P1 Tyssedal y P2 Skjeggedal. Ambas opciones son servicios de empresas privadas que cobran entre 200 y 400 NOK por un viaje de ida y regreso dependiendo del parking. En temporada alta estos servicios operan entre las 5:30h y las 18:45h, dando suficiente tiempo a hacer la ruta en un día
  • Taxi: la tarifa media está sobre los 600NOK por trayecto, pero es una opción a valorar si son varias personas y desean comenzar a caminar muy temprano, antes de que lleguen los grupos organizados
  • Autobús público desde/hacia Odda: es la opción más barata ya que se trata de simplemente coger un autobús regular que tenga parada en Tyssedal. El precio depende del lugar de origen en que se haya tomado el autobús, pero para el caso de Odda no suele superar las 35 NOK y hay servicio cada 30 minutos. Nosotros llegamos a Tyssedal desde Voss,

Caminando con la suerte

Ya que son muchos los coches que acceden a los parkings de Skjeggedal y Mågelitopp, puedes arriesgarte a comenzar caminando desde Tyssedal y hacer auto-stop a la espera de que alguien se apiade de ti y te invite a compartir el trayecto. Este fue nuestro caso y le estaremos eternamente agradecidos al alemán en una VW T3 que nos recogió al inicio del sendero a eso de las 19h.

Nuestra aventura en el Trolltunga

Día 1. Tyssedal – Skjeggedal – Kilómetro 4

Llevábamos poco más de dos semanas caminando por Noruega y ya se olía el fin de las vacaciones. Nos encontramos atrapados por la lluvia en Gudvangen y decidimos escapar desviándonos hacia el sur, hasta Odda, para intentar ver el Trolltunga.

Llegamos a Tyssedal a eso de las 19h tras un viaje en autobús alargado por un accidente en carretera (no nuestro). Viendo la hora, buscamos una opción de alojamiento en el pueblo, pero a mediados de julio fue imposible improvisar algo, con lo que decidimos comenzar a caminar.

Ascendimos un par de curvas con el pulgar levantado y tuvimos suerte ya que una preciosa VW T5 se detuvo para recogernos. El conductor, un alemán que viajaba sin prisas, quería empezar la caminata a primera hora de la mañana así que accedía a Skjeggedal con la esperanza de dormir ahí en su van, a pesar de que estaba prohibido.

El inicio del sendero está claramente señalizado desde el parking, así como otros grandes carteles con información sobre cómo vestir para realizar este ascenso y precauciones a tener en cuenta durante el camino.

El primer kilómetro de la ruta es totalmente vertical y bastante exigente. Al vernos subir con las mochilas cargadas, varias personas que bajaban intentaron persuadirnos ya que según ellas el trayecto era «muy peligroso». Advertencias que llamaban la atención porque venían de personas que no contaban con calzado adecuado para la travesía por montaña y resbalaban constantemente.

Durante el recorrido hay carteles que indican la distancia que aún queda por delante. Tras una extenuante subida y cuando uno se piensa que ya ha hecho al menos un tercio de la caminata, un simpático trol nos avisa que solamente hemos hecho un kilómetro.

Acampar a un radio de 3 kilómetros de Skjeggedal está prohibido, la noche comenzaba a echársenos encima y debíamos plantar tienda pronto si no queríamos hacerlo totalmente a oscuras. Aceleramos el paso y decidimos plantarnos en el kilómetro 4, en una zona con un bonito lago y poca gente. Cocinamos una pasta rápida para cenar y cuando nos disponíamos a lavarnos los dientes ya no se veía nada y comenzó a llover.

Día 2. Trolltunga a las 7 a.m

Nos levantamos pronto ya que aún nos quedaban 7 kilómetros para llegar al Trolltunga y queríamos estar ahí antes de que llegaran los grupos que subían en autobús.

La mañana estaba todavía fría y muy nublada, pero había vistas hacia el lago Ringedal y encontramos algunas tiendas que dormían más cerca de este precioso mirador. Comenzamos a divisar más tiendas a medida que avanzábamos y pronto entendimos que llegábamos a nuestro destino.

La visión del Trolltunga deja sin aliento. Es una plataforma que es realmente bonita, un poco menos vertiginosa cuando se tiene delante ya que se puede ver que está bien sujeta a la pared. Nos acercamos sin dejar de extremar las precauciones para la foto de rigor y ayudamos a otros viajeros a inmortalizar el instante.

Hacemos un parón para un desayuno rápido y emprendemos el regreso por el mismo camino. A medida que nos vamos alejando comienza a haber cada vez más gente. Hemos tenido suerte de visitar este lugar antes del ajetreo habitual. Hay días en verano, especialmente los fines de semana, donde se forman colas de hasta 3 horas para conseguir la ansiada foto encima de la lengua. Esto le quita bastante el encanto a cualquier destino, así que recomendamos muchísimo planificar la salida para poder disfrutar del paisaje sin masificaciones.

Recomendaciones para visitar el Trolltunga

Desde la oficina de turismo local se hace muchísimo hincapié en lo importante que es ir bien preparado para esta excursión. La gente suele menospreciar la dificultad de esta ruta, en parte porque es tan famosa que es fácil tener la impresión de que cualquiera la puede hacer.

Como comentábamos antes, durante nuestro ascenso vimos a mucha gente que había tenido una mala experiencia: una mujer con la muñeca rota, una familia que ayudaba a bajar a una mujer mayor con cara de pánico por los escalones resbaladizos, un chico que hacía toda la ruta (ida y regreso) sin suficiente comida y al que regalamos un plátano, el mismo chico con bolsas de plástico en las zapatillas porque estás se habían mojado y estaba sufriendo por el frío, personas que se habían quedado atrapadas por la neblina y no podían continuar por miedo a perderse ya que no llevaban material de navegación.

Parece imposible que tales historias se puedan dar en una ruta tan popular, pero es justamente por esto que impera la imprudencia. Se trata de una caminata con condiciones de alta montaña a pesar de estar ubicada a 1.100 metros. Hace frío, viento, puede que haya nieve incluso a finales de verano, es una ruta larga y hay mucho desnivel que sortear. Dicho esto, algunas de nuestras recomendaciones son:

  • Es recomendable dividir la ruta en dos días
  • Si solamente se dispone de un día, es recomendable comenzar muy temprano para ir con calma
  • Llevar equipo de abrigo aunque parezca que hace buen día. Es alta montaña, el tiempo se puede girar rápidamente
  • Llevar chubasquero y pantalones técnicos que se puedan secar rápido
  • No hacer la ruta con mal tiempo, hay muchos tramos resbaladizos
  • Llevar buen calzado de montaña. Botas o zapatillas técnicas, nunca calzado de calle
  • Llevar suficiente comida

Mis botas al final de la excursión

Ruta realizada en julio de 2016

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