

Escondidos entre los viñedos del Penedès, estos saltos de agua componen un itinerario agradable y muy particular, apto para familias o para curiosos que desean descubrir un paisaje inesperado en esta zona de Catalunya.
Se trata de una ruta en Cabrera d’Anoia en la que se visitan cuatro cascadas principales, pero que se puede alargar visitando dos cascadas más. Las cascadas o saltos de agua, están en una zona declarada Espacio Natural Protegido y se ubica entre las comarcas de Anoia y Alt Penedès.


Información sobre la ruta
Tiempo | 3 horas aproximadamente |
Dificultad | Moderada |
Circular | Sí |
Para acceder a dos de las cascadas será necesario pasar por un camino bastante empinado en el que usaremos cuerdas. No se pueden considerar pasos difíciles, pero sí requieren un mínimo de fuerza física.
Cómo llegar a Cabrera
La ruta empieza en el barrio de Canaletes en Cabrera d’Anoia. La verdad es que es un pueblo muy pequeño y en Google Maps está marcado el inicio de la ruta, así que simplemente con buscar «salts d’aigua de Cabrera» ya tenemos las indicaciones.
Se deja el coche en el parking delante del Ayuntamiento y allí mismo encontramos señalizaciones, un mapa y folletos con indicaciones.


La ruta
Seguiremos la ruta propuesta en los folletos informativos, con lo que bajamos por la carretera y antes de encarar la curva tomamos el camino señalizado. Continuamos al pie de la calle por unos metros, pero más adelante encontramos el desvío que se adentra en el bosque.


Salt dels Capellans
La primera parada será el Salt dels Capellans, donde también hay una pequeña cueva con estalagmitas y estalactitas.


Para continuar tenemos que volver atrás y seguir las señalizaciones hacia el Salt de la Mala Dona o al Salt del Cargol. Nosotros vamos a este último primero y el de la Mala Dona lo dejaremos para el final. Este camino trascurre primero por viñedos y luego por una pista.
En la pista hay un desvío hacia el Salt del Rector, una cascada que no está en el mapa, pero como está marcada y el camino es tan claro, decidimos aventurarnos e ir a verla.


Esta parte de la ruta no está tan cuidada, hay bastantes árboles caídos y se atraviesa el río varias veces, quizás por eso no está marcada en el mapa. Cuando llegamos a la cascada vimos también que una parte de la pared parecía haberse desprendido, así que es posible que desde el Ayuntamiento se haya querido evitar el paso hacia esta zona por razones de seguridad.


Deshacemos el camino y volvemos a la pista para continuar la ruta marcada.


Salt del Cargol y Salt dels Cucs
Encaramos una bajada con cuerdas para ir hacia el Salt del Cargol. Si se decidiera ir primero al de la Mala Dona, estas cuerdas se usarán después para subir.




Una vez llegamos abajo tendremos que atravesar un torrente y continuar por un camino bastante claro hasta llegar a la cascada. Esta es una de las más bonitas, sin duda, pues las paredes se alzan imponentes a ambos lados del camino y forman una especie de circo, con la cascada en medio trasformando la roca a su antojo.
Al parecer es tan bonito que nos olvidamos de hacer una foto decente, esta es la mejor que tenemos:


Las paredes están cubiertas por falzia o adiantum, mejor conocida como “cabello de Venus”, un helecho que se reproduce por esporas y que vive en zonas de mucha humedad y encaradas hacia el norte.


Para encontrar la siguiente cascada tenemos que volver hasta el cruce del torrente. Aquí puede haber algo de pérdida, pero si miramos hacia la izquierda directamente hacia el torrente veremos que hay un caminito por la derecha. Este es el que debemos tomar para llegar al Salt dels Cucs, la siguiente parada.


Esta cascada también es muy bonita y desde aquí está marcado el camino hacia la última cascada, la de la Mala Dona (o mala mujer, en castellano).
Aquí recuperamos la altura que perdimos antes en la bajada con cuerdas. Hay grandes bloques de roca, así que nos tendremos que ayudar con las manos, pero es una subida segura, así que podemos tomarnos tiempo para descansar si es necesario.
Salt de la Mala Dona
En el camino hacia el Salt de la Mala Dona hay otra cascada señalizada. Esta vez preferimos no desviarnos así que simplemente continuamos.
En la cascada de la Mala Dona hay un pequeño mirador aunque no se ve nada desde arriba, lo mejor es bajar y verla de cerca. Como este es el punto final de la ruta, a partir de aquí simplemente continuamos la señalización hasta Canaletes y así volvemos al parking.



